TIOS BUENORROS

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martes, 16 de febrero de 2010

Capitulo 23


Hamza y David hacen público su relación ante la silenciosa pero rabiosa mirada de Jose. Cuando David sale de la habitación, Hamza lo espera en la puerta y la recibe con un beso. David se deja llevar. Le gusta el sexo y el chico aunque no piensa en nada serio. Hamza quiere a Jose pero tampoco puede renunciar a tener sexo con otros. Como Jose no quiere saber de él, Hamza no se quiere quedar solo y además espera que con los celos Jose vuelva con él. El grupo va a dar una vuelta por la ciudad. Jose se enamora de la catedral. David recorre el reciento tomada de la mano de Hamza
--me encantaría que nos casásemos aquí... o en un lugar como este –dice Hamza para dar celos Jose, espera hacerlo estallar.
David sonríe con sorpresa pero también ternura. Jose, que había querido ocultar su rabia, no puede más y se enfrenta a David;
--goza mucho ahora de tu sinvergüenzura porque cuando lleguemos a casa tu padre te matará... Es amigo del mío y no le gustará que me hayas quitado el novio.
David no se queda callado:
--Escuché como mi padre hablaba por teléfono con el tuyo, ellos quería que te enamoraras de mí para separarte de Hamza, no es lo que esperaban pero almenos estarán contentos porque no estáis juntos.
A Jose le sorprende el comentario de David, que sus padres los quisieran unir:
--¿Y Hamza sabe porque estás con él?
--Ya me había acostado con él antes.
Hamza se había mantenido al margen. No ha escuchado lo que decían pero sí tenía ganas que se pelearan por él. No hay pelea. Jose se aleja de David y se acerca a Hamza.
--¡te odio, no voy a perdonarte nunca¡
A Hamza le duelen las palabras de su ex pero no le ruega. Se acerca a David, sigue manteniendo esa relación para no quedarse ni con Jose ni con David.
--¿qué ha pasado?
David sólo tiene sentimientos para Salvador, el resto sólo es sexo y diversión.
--No, nada.
A Hamza le ha dolido mucho el odio hacia él que ha visto en los ojos de Jose. Piensa que tal vez es un error seguir con la relación con David, que eso lo alejará aún más de Jose pero luego ve como Jose lo mira con celos y decide seguir con David. Confía que Jose no pueda más con los celos y lo busque. Si le perdonó lo del hermano, Hamza confía en que le perdone todo. Con ternura él le dice a David para que parezca que lo ama:
--siento causarte tantos problemas... nunca debí meterme contigo estando mi novio...
David sonriente dice:
--no me importa nada.
David es frío pero Hamza se muestra amoroso.
--Tú eres mi vida y no lamentaré cualquiera que sea el precio que tenga que pagar por estar contigo.
David ni lo escucha porque cuando no está teniendo sexo está pensando en Salvador. Le duele pensar en Salvador y no tenerlo, por eso procura tener todo el sexo que pueda.
Hamza se muestra emocionado y contento. Se besan.
--¡soy tan feliz, te amo... me tienes loco¡ --grita Hamza para que lo oiga Jose.

Nicolás Emilio , por su lado, sigue con su rutina habitual. Cada día está más solo, más sediento. Está en la biblioteca pero más pendiente de los chicos que van al lavabo. Espera que un chico guapo vaya para seguirlo. Está triste y necesita una alegría. Le gustaría que alguno de esos guapos que va viendo sea el que le haga perder su virginidad pero sabe que eso es un imposible. Lo tiene claro y le duele. Se resigna con poder ver algún que otro rabo. Ve a un hombre, bastante mayor que él. No es el que más le gusta pero es atractivo. Tiene pinta de macarra, se ve agresivo y le da miedo. Le pone cachondo. Nunca lo había seguido por miedo y porque no siempre lo ve guapo. Ese día no se lo pierde. Necesita un hombre y ese guapo es un buen candidato. Emilio le sigue excitado y nervioso. Se pone cachondo al ver que no sólo está en el urinario sino muy separado.
--¡se la voy a poder ver¡ --piensa Emilio.
Lleva unos jeans apretados. Se le marca un trasero. Es pequeñito pero se le dibuja a la perfección. Emilio se coloca al lado del hombre muy excitado. El hombre está tan separado que a Emilio casi le da cosa mirar. El chico fantasea pensando que tal vez el hombre busque lo mismo que él y esa vaya a ser la tarde para los dos. Emilio se gira y ve una enorme verga de más de 12 centímetros y muy gorda. El pellejo bajado del todo.
--O está circundado o cachondo –piensa Emilio.
El chico desearía que fuera esto segundo para poder tener algo con él. El hombre se pega un poco para marcar la distancia. Emilio se da cuenta que una vez más volver a a casa frustrado y virgen. No se atreve a ser muy descarado pero mira de reojo, cada vez que lo hace le ve la verga y eso le gusta a Emilio. El guapo ni se inmuta y Emilio se pone cachondo. Emilio se excita al ver como se la sacude y el guapo se limpia la trompa con un trozo de papel higiénico. Emilio y el otro se lava las manos juntos. Finalmente Emilio sale. El otro tarda en salir.
--¿qué es lo que hace? A lo mejor esperaba que yo dijera algo…
Emilio tiene tentaciones de volver a entrar.
--No, es un hombre maduro. ¿porqué va a esperar que sea yo quien le diga algo? Creo que yo he sido claro. Más bien esperará que entre alguien que le guste.
Pensar que ese hombre tendría algo con otro y no con él le duele mucho. Al poco de volver a salir del lavabo el hombre vuelve a entrar.
--¡seguro que está esperando que alguien guapo lo siga¡ --dice para sí.
A Emilio le da rabia imaginarse al hombre y al David juntos.
--seguro que con David estaría encantado de hacer lo que él quiera…

Esa misma noche, los estudiantes vuelven a casa. Van en micro. Hamza y David están juntos. David duerme sobre la falda de su chico que lo acaricia con ternura para dar celos a Jose. Duermen juntos. No mucho porque están incómodos. David mira a Hamza con cara de pervertido.
--¿lo hacemos?
A Hamza le gusta el sexo tanto como a David pero eso le parece demasiado.
--¿aquí?
Están en los asientos de atrás y todos duermen.
--No nos van a ver…
El peligro lo hace más excitante para David.
-- tu confía en mi –dice David mirándolo pícaro.
Hamza no le dice que sí pero tampoco que sí. David se arrodilla ante Hamza. Le va tocando le paquete loco de deseo.
--¡me gustas, me gustas mucho¡ --jadea David.
Acaricia por encima del pantalón y nota como se va haciendo gorda. La muerde loco del deseo.
--estás loco –jadea Hamza.
Pero le gusta. _David saca la lanza de Hamza y se la traga. Hamza no controla sus jadeos y justo cuando dispara en la cara de David los descubren. El escándalo es monumental.

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