TIOS BUENORROS

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miércoles, 10 de febrero de 2010

Capitulo 11



Emilio está en la biblioteca. Va de la planta de los libros al del centro multimedia dependiendo de los guapos que encuentre a su alrededor. En un momento que está en la computadora, mira hacia la entrada.
--¡¡es él... es Roger¡
Entra un joven rubio. Muy atractivo. Emilio disftuta mucho mirándolo.
--¡que pedazo de macho está hecho¡
Emilio suspira por él. Si tuviera que elegir entre algún guapo de los que conoce sería ese.
--Es el chico que más me ha marcado... --dice para sí.
El chico es espectacular. Emilio queda hechizado ya al verlo de lejos. La visión de su trasero le produce ya un orgasmo. LLeva una bolsa que se nota pesada.
--¡que fuerte es¡ --dice para sí.
Emilio siente mucho deseo hacia ese guapo y a la vez frustración porque sabe que nunca será suyo.
--como me gustaría poder encontrarmelo en el lavabo...
Ya con eso se conformaría pero por más veces que lo ha encontrado nunca lo ha visto yendo hacia el lavabo. Como si estuviera buscando a alguien, Emilio se levanta. Se para justo delante de él que esta hablando por el celular. Emilio se estremece al tener ese chico tan guapo cara a cara. Le gusta mucho como le quedan esos pantalones. No le aprietan pero sí dejan ver la forma de un apetitoso culo.
--daría lo que fuera porque estuviera en mi vida --dice Emilio para sí con un sabor agridulce.
Emilio es bastante descarado al mirarlo y Roger se da cuenta. Clava sus ojos en él.
--¡que ojos¡ --piensa Emilio.
Emilio siente muy profunda la mriada de ese chico. Siente una gran felicidad.
--¡es que es guapisimo¡
Roger se va por su lado y Emilio se queda por un lado feliz por haberlo visto y del otro triste por su soledad.
--Nunca uno de esos guapos será para mí.
Eso es algo que lo llena de amargura. Piensa en su primo. Lo busca con la mirada.
--¿ya debe estar aquí?
Vuelve a su computadora triste:
--seguro que con él Roger si iba a querer...
Él y su primo están buscando lo mismo. Emilio no duda que él no lo va a encontrar porque es muy feo y su primo sí.
--si es que ya no lo encontró...
Los dos últimos dias lo ha visto demasiado revolucionado pero tampoco se atreve a preguntarle nada. David contempla con fastidio a su primo. No le apetece entrar si él está.
--ojalá se vaya pronto con sus libros...
David espera un rato y como tampoco parece que haya nadie interesante pues se acaba yendo.





David va hacia su casa de muy mal humor. Se ha acostumbrado ya ha tener suerte y no sólo su cuerpo le está pidiendo a gritos esa diversión que recién comienza sino que le gustaría poder decirle a Salvador que ya ha estado con otro. Aunque Salvador se muestra indifente, algo dentro de sí, le dice a David que su tío siente cosas con él y quiere ver hasta cuanto aguanta, quiere ver con cuantos hombres permite que se acueste antes de que los celos le enloquezcas. De pronto todo él vibra, por su lado pasa un chico guapisimo. Va en bicicleta, es solo un momento pero ya lo deslumbra.
--¡que maravilla de la naturaleza
No lleva camisa y se ve un buen torso. Se le ven los calzoncillos, azules. A David de pronto el pantalón le queda más pequeño por cierta parte que ya ha crecido de golpe. Y es que no sólo David está loco por seguir experimentando sino que ese chico es muy guapo. De pronto el chico de la bicicleta resvale y cae. Al levantarse David queda hechizado. De cara, de torso, le ha parecido guapisimo pero...
--¡que culo...¡ ¡¡eso es un culo 100¡¡
Es bastante ancho y los jeans le hacen arrugas...
--mis favoritos...
David está ya apunto de entrar en erupción:
--¡lo quiero en mi cama, quiero coger con él¡
Se acerca corriendo para preguntarle si está bien. Cualquier excusa es buena para acercarse a un guapo como él.
--amigo, ¿te lastimaste?
Se ha hecho daño en el pie. Le cuesta caminar.
--¿y ahora que hago? Así no puedo ir con la bici...
A David se le salen los ojos. Está muy excitado.
--Yo te la llevo a tu casa...
El guapo lo mira agradecido y a David le cuesta mucho no lanzarse encima de él y violarlo. David lleva la bicicleta. Al guapo le cuesta caminar.
--¿quieres que te ayude?
A David nada le gustaría más que poder tocar a ese guapo.
--No, no hace falta ya bastante haces con la bicicleta...
David está muy excitado. El chico es guapísimo y David no sabe si se podrá controlar por mucho tiempo.
--ya vivo aquí, si quieres ya lo intento yo solo...
--¡claro que no¡
David lo que no quiere es separarse de ese chico tan guapo. Desea alargar ese rato a su lado lo máximo posible. Aparte que si se mete en su casa es más fácil meterse en su cama luego.
--bueno, gracias... Oye, te debo una... si puedo hacer algo por ti...
Están ya en casa del guapo y éste sonríe y le habla de una manera. David no puede más:
--si, si puedes hacer algo por mi...
Y ya no espera más. El fuego lo está consumiendo. Se le lanza encima y lo besa. Bastante torpemente porque está muy nervioso. Se ha dejado llevar por sus impulsos y como el chico no ha respondido pues tiene miedo de haber metido la pata. El guapo le guiña un ojo y muy seductor dice:
--tienes bastante o quieres más...
David se derrite:
--Lo quiero todo...
Los dos se miran con cara de depravados.
--vamos a mi cuarto --le dice él muy sexy.
Frente a la cama, se desnudan con rapidez. Los dos se tienen ganas. Se comen la verga el uno al otro. Van bien se la devoran porque los dos están bastante hambrientos. Luego es el guapo quien se tira sobre él. Es más suave que con los otros dos chicos pero le gusta mucho. Lo disfruta. Luego es el turno de David de "apuñalar" ese trasero que tanto le gusta. Es muy rápido porque ya tenia muchas ganas de explotar pero ya sólo por el hecho de entrar ya ha sentido mucho placer. El guapo no le dice nada. Se queda desnudo en la cama. David se viste rápido. En el piso han quedado los boxers del guapo y David sin dudarlo dice:
-- Me los llevo... es para mi coleccion...
El guapo desnudo lo mira pícaro:
--¿y tienes ya muchos?
David sonríe timido:
--Pues sólo 3 aunque espero tener muchos más...
Los dos se sonríen. David ya no le dice si se verán otro día. Está viendo que no es tan dificil conseguirse un guapo para divertirse y piensa que para molestar a Salvador es mejor muchos hombres que pocos peor muchos polvos. David ya estaba en la puerta de la habitación, el guapo desnudo no se levanta. Desde la cama, se rasca la cabexza y con timidez le dice:
--No le cuentes de esto a nadie... mira que tengo novia...
--si claro... Tranquilo. Si nos vemos por la calle no te conozco...
El guapo desnudo sonríe satisfecho.
--ha sido un placer conocerte --dice con cara de pervertido.
A David le ha gustado compartir ese momento con ese guapo pero ahora él ya no le importa. El que le importa es Salvador, la manera en hacer en que se entere de esta nueva conquista.
--¡y ojalá le moleste¡ --dice para sí





(Jorge Alberti)

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